La timidez actual

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Silvia Santana Silvia Santana preguntó sobre
Problemas de autoestima

Estamos en unos tiempos de socialización continua, bien parapetados detrás de las redes sociales o tras reuniones y eventos sociales, sobre todo al haber pasado recientemente por las fechas navideñas. ¿Podemos hoy en día seguir usando el término timidez como entonces?

Los psicólogos abogamos por un concepto más global ya que limitar la timidez a una conducta de vergüenza o inseguridad ante la presencia de desconocidos nos hace perder una información valiosa. La timidez presenta diferentes prismas, desde el miedo, hasta la suspicacia, la tensión nerviosa o la inseguridad de una baja autoestima, el desconocimiento de cómo actuar y hasta el bloqueo general

Si revisamos la clasificación clásica de Zimbardo (1977) este distingue tres grupos:

- Personas solitarias que se sienten más cómodas sin gente alrededor.

- Personas con baja autoestima, escasas habilidades sociales y sentimientos de vergüenza que hacen que eviten a los demás.

- Personas con miedo ante la posible no consecución de sus expectativas sociales.

Aunque relacionemos la timidez con la autoestima esta no tiene por qué suponer por sí misma un diagnóstico clínico. La fobia social que sería el diagnóstico propiamente de un trastorno está relacionada con sintomatología ansiosa que una persona tímida no tiene por qué sufrir.

La persona que padece de rasgos de timidez presenta un grado alto de conciencia de sí mismos, teniendo su foco atencional en sus propias emociones y la valoración de su comportamiento con los demás. Si el/ella valora que lo que ha dicho es una tontería acabará poniéndose rojo, observar que su tez enrojece le generará tensión y así se produce la espiral de incomodidad en el contacto con el otro. Además esto le lleva a entrar en comparativas donde se acaban ensalzando a los demás que siempre son más divertidos, cultos y agradables que él mismo. A posterior se puede producir la excesiva preocupación, que ya es más problemática, por sufrir el rechazo de los demás y el miedo a acabar quedándose solo o que nadie le entienda.

Para afrontar la timidez lo primero que debemos de hacer es conocernos, aceptar e incluso querer ciertas partes de nuestra personalidad, lanzarnos a explorar que pasa si sacamos todo nuestro potencial y empezamos a confiar más en nosotros mismos.

29 de diciembre de 2015   Comentar

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