Tipos de relajación para diferentes perfiles

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Silvia Santana Silvia Santana preguntó sobre
Psicología

¡Relájate! Un mandato que se adentra dentro de nuestro oídos por lo menos dos o tres veces por semana. Los compañeros en el trabajo, nuestra madre al teléfono, cuando llegamos a casa… ¿Qué técnicas de relajación existen? ¿Cuál me puede servir?

Algunas de las técnicas de relajación más conocidas son las siguientes:

Relajación respiratoria: La respiración es una vertiente fundamental automatizada de ahí que no seamos conscientes de su ritmo y su influencia en nuestra sensación fisiológica de bienestar. Es la primera técnica y la más básica para intentar regular el organismo, pues igual que la ansiedad va unida a una alteración de la respiración la relajación es también dependiente. Esta técnica se basa en poner nuestra atención focal al ritmo respiratorio y entrenar el manejo de inspiraciones y exhalaciones para regular los ritmos y fijarnos en las partes de nuestro cuerpo que están más tensas.

Relajación muscular progresiva: Innovador enfoque en 1920 de mano del médico Jacobson que presenta esta técnica basada en que el paciente presenta contracciones musculares debido a la ansiedad y el malestar psíquico, a través de distensiones musculares, control de la respiración y fijación en las diferentes partes del cuerpo con un orden concreto. En su día se dice que este procedimiento es efectivo para mejorar los tratamientos de insomnio, úlceras y subidas de tensión. La técnica respiratoria en solitario se puede hacer en diferentes posturas y formatos, la relajación muscular progresiva requiere una postura cómoda y la sensación de espacio despejado alrededor. Su duración es de unos 30 minutos

Relajación muscular pasiva: Esta técnica se diferencia de la relajación progresiva en que no se ejercita el proceso de tensión y distensión. Llega un poco más tarde en 1974 presentada por Schwartz y Haynes. Su duración es más corta habitualmente unos 15, 20 minutos. Si se implican todos los grupos musculares como en la relajación progresiva. No se utiliza sin embargo ningún movimiento y la estrategia fundamental es la concentración en cada uno de las zonas de una manera que llega casi a la meditación consiguiendo que el propio músculo se relaje. Esta concentración requiere una habitación muy protegida de ruidos y distracciones.

Relajación conductual-cognitiva: Esta relajación se basa en la psicoterapia. La identificación de estímulos estresores tanto en el ambiente como a nivel cognitivo por el enfoque personal que estamos dando a la situación nos permitirá entrenar estrategias de control para pasar del displacer a una emoción equilibrada que elimine la ansiedad y por ende una disminución de la tensión.

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12 de febrero de 2016   Comentar

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