Control de esfínteres

El desarrollo físico necesario para controlar los esfínteres es experimentado por el niño a partir del año y medio, es entonces cuando empieza a darse cuenta de que existe un proceso corporal que es hacer pis y caca y que puede depender de su control.

En el periodo de los dos a los tres años el proceso de comunicación verbal puede hacer que el niño anuncie de alguna forma sus necesidades. Es importante que los adultos que tiene a su alrededor detecten esas indicaciones, puede ser por su postura, por su cara de esfuerzo… pero para que el proceso funcione es él quien lo tiene que indicar, no estar nosotros pendientes de ello todo el rato preguntándole.

Los padres nos suelen preguntar que más señales pueden ser indicadores de que el niño esté preparado, a continuación señalamos algunas:

• Comprobar el pañal en determinados momentos del día. Si lo encontramos limpio y seco por ejemplo después de la siesta es un claro indicador de que el niño empieza a regular los esfínteres.
• Tras levantarse por la mañana controlar al levantarse el grado de humedad del pañal si puede ser producido por varias ocasiones de mojado o una.
• Realizar un pequeño registro de las ocasiones en las que el niño muestra querer ir a hacer pipi o caca, bien dentro de casa o fuera .
• El adulto mostrarse como modelo. Dejar que vea como vamos al baño. Explicarle como es la secuencia, para que sirve el papel higiénico aunque al principio no lo entienda. Qué nos vea lavarnos las manos después. Mostrarle que es una rutina natural y no algo sucio, vergonzoso o muy privado que no se pueda hablar de ello. 

¿Cuándo puede existir control de esfínteres? Un problema relacionado con esta competencia infantil se denominaría encopresis si se produce cuando existen defecaciones involuntarias en niños mayores de cuatro años sin la existencia de una causa orgánica que lo justifique.

Los psicólogos especialistas en psicología infantil serán los encargados de tratar este tipo de problemas.