Oncología ocular

La oncología ocular es la rama o subespecialidad dentro de la oftalmología encargada de diagnosticar y tratar los tumores oculares que afectan al globo ocular y a sus anexos, que son las glándulas, párpados y conjuntiva. Los tumores oculares no son tan frecuentes en relación con otro tipo de tumores, pueden ser cancerosos o tumores malignos y benignos o no cancerosos. El diagnóstico y tratamiento requiere una gran experiencia por parte del oftalmólogo, ya que conlleva la utilización de láser de diferentes tipos, la realización de cirugía y crioterapia. Entre las pruebas diagnósticas a utilizar están la retinografía, ecografía 3D, la resonancia magnética nuclear o la angiografía.

Tumores oculares benignos y malignos

El tumor ocular maligno más frecuente es el melanoma coroideo o de coroides, que tiene su origen en las células pigmentadas o melanocitos ubicados en la coroides del ojo. Es bastante agresivo, pudiendo metastatizar al hígado u otras partes del cuerpo. Al tener un carácter intraocular su detección suele ser muy tardía, cuando ya se produce una hemorragia ocular, un desprendimiento de retina u otros problemas, que hacen disminuir la visión. Su detección temprana implica la realización de pruebas de la retina con carácter periódico.

El más habitual de los tumores benignos es el hemangioma de coroides, que no produce metástasis, crece detrás del nervio óptico y provoca problemas de visión, pudiendo llegar a producir desprendimiento de retina. En ocasiones no es necesario el tratamiento, únicamente hace falta el seguimiento por el oftalmólogo, para detectar si crece o hay fugas, en cuyo caso si hay que iniciar tratamiento.

En los más pequeños, el tumor maligno que aparece de forma más frecuente, afectando a uno entre 15.000 recién nacidos, es el retinoblastoma 

Tratamiento de tumores oculares

El tratamiento recomendado para el melanoma coroideo no es de forma exclusiva la cirugía, mediante extracción de las células cancerosas, ya que muchas veces no se puede extraer totalmente el tumor. Para tumores medianos se recomienda el tratamiento con radioterapia o con enucleación. Para tumores grandes se recomienda la enucleación, que es una intervención por la que se extirpa el globo ocular, dejando sólo los músculos que lo mueven, también se extirpa una parte del nervio óptico. 

El tratamiento de tumores benignos como el hemangioma coroideo, incluye el láser, la crioterapia, la radiación, terapia dinámica e incluso la enucleación.

Otro tratamiento puede ser la quimioterapia.

Preguntas y respuestas sobre oncología ocular

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