Tabaquismo

El tabaquismo es la adicción al consumo de tabaco, provocada fundamentalmente por la acción de la nicotina, uno de sus componentes más lesivos, que actúa sobre el sistema nervioso central, pero que también tiene efectos antidepresivos y control sintomático de la ansiedad.

El tabaquismo en cifras

Se trata de es uno de los problemas más importante que enfrenta la salud a nivel mundial, ya que se relaciona con diferentes patologías, y a día de hoy es responsable de la muerte anual de unos seis millones de personas, que no sólamente son fumadores directos, sino que de ellas más de 600.000 son fumadores pasivos, o lo que es lo mismo personas que sufren el humo ajeno. Éstos son más afectados por trastornos cardiovasculares, como la cardiopatía isquémica y problemas respiratorios, como el cáncer de pulmón.

En Europa las muertes anuales se cifran en 1,2 millones, de las que más de 50.000 son españolas. 

En cuanto a las cifras de mortalidad en relación con otras enfermedades, el 80% de las muertes provocadas por EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica están producidas por el tabaco, el 30% de las defunciones por cáncer y el 20% de las muertes derivadas de enfermedades cardiovasculares. 

Enfermedades asociadas al tabaquismo

El tabaquismo está relacionado con la aparición de diversas enfermedades, siendo la principal causa de la mayor parte de los cánceres de pulmón, bronquitis y factor de riesgo en otras enfermedades respiratorias y cardiovasculares. A lo largo de los años ha evolucionado esta asociación de enfermedades:

El tabaco se asoció en 1964 con el cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares, como la bronquitis o el enfisema pulmonar. Las vías respiratorias se irritan con el humo de un cigarrillo, la tos se debe a que se produce moco, difícilmente eliminable. La inflamación permanente de las vías respiratorias da lugar a bronquitis. La persona que fuma tiene menos capacidad pulmonar, con lo que se cansa antes.

En 1990 se asocia el cáncer de vejiga con el fumar, debido a que los químicos o componentes del humo del tabaco pueden contener factores cancerígenos que se absorben por la sangre, los riñones los filtran y pasan a la orina, afectando las células de la vejiga. La relación entre tabaco y cáncer de vejiga es mayor en mujeres que en hombres.

En 2004 es el cáncer de cuello uterino el que se asocia al consumo de tabaco. Las mujeres que fuman tienen muchas más probabilidades de padecer cáncer cervical, debido a que el ADN de las células del cuello del útero puede ser dañado por los químicos contenidos en el humo del tabaco, ya que subproductos de los mismos se han encontrado en la mucosa cervical. Además, el sistema inmunológico se debilita para luchar contra el virus del papiloma humano en fumadoras.

Otras enfermedades asociadas al tabaquismo son las patologías dermatológicas, como por ejemplo el acné; las patologías digestivas, como la úlcera gastroduodenal, la gastritis o esofaguitis.

Todas ellas se pueden prevenir, si dejas de fumar.