Es puntual. Además, como tiene pocos pacientes, no tarda en darte hora. Para que te recete lo que le sugieras o pidas, no hay problema.
Es una calamidad en cuanto al diagnóstico, seguimiento y tratamiento. El hombre lo hace con buena intención, aunque de manera inflexible y agresiva (quizás por su condición de militar) pero dudo de que a sus ya muchos años, vaya a poder cambiar.
Puntualidad | |
Atención al paciente | |
Acierto del diagnóstico | |
Acierto del tratamiento | |
Precio | |
Lista de espera |