"El láser de Tulio es una técnica de referencia mínimamente invasiva, eficaz, potente y versátil para vaporizar, y vaporesecar próstatas con hiperplasia benigna de próstata, así como para realizar litofragmentación de cálculos en la vejiga. Presenta grandes ventajas con respecto al láser verde, la laparoscopia y la cirugía abierta"
El Dr. Santos Giménez Artieda junto con el Dr. Alfredo Hernández Villaverde coordinan la Unidad de Láser Prostático (ULAP). Ambos son reconocidos especialistas en urología y expertos en patologías de la próstata. Realizan tratamientos de vanguardia de la HBP, hiperplasia benigna de próstata mediante láser de tulio. También incorporan en sus tratamientos para los casos de cáncer de próstata organoconfinado el Focal One®, técnica focal que utiliza ultrasonido de alta intensidad (HIFU). Son miembros de la Asociación Española de Urología. En esta entrevista nos centraremos en el láser de tulio.
Se trata de un crecimiento en exceso de la próstata, que ocasiona problemas de micción y deterioro de la calidad de vida del paciente. Puede afectar a un 50% de varones mayores de 50 años, y un 80% de los mayores de 80 años.
Se recomienda una intervención cuando los tratamientos con fármacos no consiguen eliminar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
El láser de Tulio es una de las principales técnicas de referencia, eficaz, potente y versátil para vaporizar, y vaporresecar próstatas con hiperplasia benigna de próstata de cualquier tamaño y realizar litofragmentación de cálculos en la vejiga. Se trata de una técnica mínimamente invasiva de enorme precisión, en la que tiempo de recuperación es mucho menor que con la cirugía tradicional, y cuyas secuelas para el paciente son mínimas.
El láser de Tulio presenta grandes ventajas con respecto al láser verde, la laparoscopia y la cirugía abierta.
Los pacientes que se someten al tratamiento con láser de Tulio reciben el alta en 24 horas, no presentan sangrado ni secuelas en la continencia de orina, ni en su vida sexual.
La cateterización vesical se lleva a cabo generalmente en pocas horas, excepto en los pacientes con un volumen prostático elevado.
Gracias a la vaporesección es posible obtener muestras del tejido extirpado para su posterior análisis.
El láser de Tulio permite intervenir a pacientes de alto riesgo que antes debían resignarse a llevar sonda de forma permanente.
Se realiza una analítica de sangre completa, para determinar el estado de salud del paciente. Se lleva cabo un estudio de coagulación sanguínea y se evalúa si presenta algún signo de infección.
También se hace un electrocardiograma para observar la salud cardiovascular. En algunos casos también se realizará una placa de tórax para descartar infecciones y conocer la posición exacta de la tráquea por si fuera necesario intubar.
Tras obtener los resultados de las pruebas, se acude al anestesista quien realizará una entrevista al paciente sobre sus hábitos de vida, medicación, alergias, intervenciones anteriores, etc.
Principalmente se utilizan dos técnicas: vaporización y vapo-resección.
En la vaporización el tejido agradado de la próstata se evapora calentándolo. Con el láser de Tulio de calienta el agua intracelular hasta los 100ºC. De esta forma el agua en el interior de la célula se evapora, y también el resto del material celular. El calor que produce el láser alcanza el tejido no vaporizado reduciendo al mínimo el sangrado que se produce en las intervenciones tradicionales.
En la vapo-resección se combina la vaporización con la resección del tejido mediante un haz de láser. Esta técnica es muy efectiva en pacientes con una próstata de tamaño medio-grande y permite obtener muestras del tejido extirpado para su posterior análisis.
El éxito de esta intervención depende del buen hacer de los profesionales que lleven a cabo el tratamiento, así como del uso del instrumental adecuado y, por supuesto, de la predisposición del paciente para seguir las directrices del médico.