Miguel Agapito Lizaso Solinis

Trato al paciente y la experiencia que tiene, sabe de todo y además te lo explica.

En la calle no se puede aparcar y por la zona es complicado, hay que meter el coche en un parking.

Se vuelca con cada paciente. He estado bastantes veces en la consulta y estoy encantado, llegué allí por recomendación hace ya unos años, después de que nadie fuera capaz de solucionarme un problema de intolerancia a ciertos alimentos y he de decir que, de momento, ha dado en la tecla. La consulta en sí es bastante amplia y sobre todo, con buenos profesionales, en mi caso además, con resultados.

Nada, todo perfecto.

Esta en el centro de la ciudad

Tiene una vision cuadriculada y es muy cerrado en aportar soluciones. No tiene en cuenta al paciente y parece que desprecia a los animales. En mi caso, primero me obligó a deshacerme de mis perros, dos bulldogs que habían convivido conmigo desde hacía 5 años diciendo que se trataba de vida o muerte para mi y que no había tratamiento viable si permanecía con ellos. Al finalizar el tratamiento me indicó con sorna que de haber sido veterinaria, me habría recetado una vacuna. "pa chocarlo"