"Para aquellos tumores de mama diagnosticados en mamografías de screenning, las tasas de curación son superiores al 95%. Desgraciadamente hay todavía casos diagnosticados de forma tardía, cuando la mujer se nota un bulto, donde las tasas de curación son menores. Es por ello necesario incidir en la mamografía de screening en todas las mujeres."
Hipólito Durán Giménez - Rico es Cirujano General, Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, especializado en cirugía del cáncer de mama, cirugía de la glándula tiroides y de las glándulas paratiroides, cirugía hepato-bilio-pancreática y cirugía oncológica digestiva.
Cuenta con formación y experiencia en destacados hospitales a nivel nacional e internacional. Además de ejercer como cirujano, es Profesor Titular de Enseñanzas Clínicas de la Universidad San Pablo-CEU, y Profesor Titular de Cirugía en el Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina en la Universidad de Alcalá.
¿Por qué decidió orientar su actividad médica en el ámbito de la cirugía?
No podría entender la medicina sin la cirugía. Definamos la medicina: es la ciencia que se ocupa de lidiar con las tribulaciones de la salud que un paciente tiene, empleando las medicinas. En ocasiones las medicinas no llegan, y entonces entra en juego el papel de la mano del cirujano. El cirujano, según esta definición, es el médico que cura con las medicinas y con las manos. Nada podría ser más bonito en el ámbito de la medicina. Anaxágoras ya lo decía: el ser humano ha desarrollado la inteligencia gracias a la gran capacidad de maniobrabilidad que las manos tienen. Las manos crean desde la nada, las manos suponen en ocasiones el primer acercamiento a la realidad que te rodea, las manos…finalmente, también curan.
La gente piensa que el cirujano una vez terminada la operación se desentiende del paciente. Nada más lejos de la realidad. No solo se encarga de llevar el postoperatorio, sino también el seguimiento ambulatorio en consulta del paciente operado.
En definitiva, la cirugía es desde mi punto de vista la medicina integral. Ahora bien, y por eso lo dejo para el final de esta primera pregunta, esta forma de pensar la he heredado de mi primer mentor y mi primer maestro: Hipólito Durán Sacristán, mi padre. Cirujano integral donde los hubiere. De él aprendí que la cirugía es la profesión más bonita que existe.
¿Más allá de su padre, ha habido otros cirujanos que hayan moldeado su forma de ver la cirugía y su forma de trabajar en la cirugía?
Sin duda. A lo largo de mi carrera he encontrado otros maestros que han ido jalonando mi singladura profesional. Destacaría a tres: Jaime Arias –me enseñó la importancia de la curiosidad científica en mi profesión-, Julio García Aguilar –me enseñó la importancia de la técnica minuciosa que atienda hasta el más mínimo detalle en la cirugía-, y en los últimos diez años, Emilio Vicente –el cirujano más cabal y profesional que he conocido en toda mi vida; aglutina sabiduría excelsa en los dos campos: técnica quirúrgica y curiosidad científica. Creo, de hecho, que le admiro tanto porque veo cosas en él que vi en su día en mi padre-.
¿Cuál es una de las mayores satisfacciones que le aporta su trabajo?
Esta pregunta es muy fácil de contestar: la satisfacción del trabajo bien hecho cristalizado en la curación de tus enfermos.
En Estados Unidos el cirujano tiene fama de ser millonario, ¿ocurre lo mismo en España?
No en absoluto, quien quiera dedicarse a la cirugía para ganar dinero fácil en este país que se lo quite de la cabeza. En España la cobertura Sanitaria pública y de Sociedades Médicas privadas es excelente y está al alcance de todos los bolsillos. El cirujano es un elemento más en la cadena de curación, y en la cartera de servicios de las Sociedades Médicas Privadas se incluye, como no podría ser de otra manera, la prestación de servicio en todas las enfermedades importantes que condicionan la calidad de vida del paciente, y a la cabeza de todas ellas, el cáncer. Lógicamente, entendida así la prestación Sanitaria –modelo Español que tratan de imitar otros países civilizados-, no es solo una medicina para ricos sino para todo el conjunto de los españoles y residentes extranjeros en España.
Vista la medicina y la cirugía como un derecho fundamental, el cirujano nunca podría ser millonario. Ojo, no quiero que se me malinterprete. Contesto con objetividad a su pregunta sin ninguna carga de victimismo. Es más, me considero un privilegiado por ganar el suficiente dinero con mi trabajo y sacar adelante mi familia –mi esposa y mis tres hijos- de una forma bien digna.
Entre sus ámbitos de especialización se encuentra el cáncer de tiroides, uno de los que más ha aumentado su incidencia en la última década ¿Cuándo es necesario acudir a la cirugía para tratarlo?, ¿Qué tasas de curación tiene este cáncer?
Afortunadamente es uno de los cánceres con mayores tasas de curación. La forma de acercarse a la patología del tiroides es bien sencilla. Todo nódulo que se detecte en una ecografía cervical que haya alcanzado al menos un tamaño de 1 cm debe someterse a una punción. En función del resultado de la punción ese nódulo es maligno o tiene muchas posibilidades de que lo sea. Cuando eso ocurre entramos en acción los cirujanos practicando la resección de la glándula tiroidea, y en muchas ocasiones, los ganglios que rodean a la glándula tiroidea.
Tras la cirugía el paciente se someterá a una única sesión de tratamiento con radioyodo –no es una radioterapia convencional, de hecho el paciente se limita a tomar una pastilla de iodo “inestable” que se encarga de radiar de forma selectiva cualquier vestigio tiroideo que haya quedado en el cuello tras la cirugía. Durante esta “radiación selectiva” el paciente debe quedar ingresado en una habitación especial que disponemos en el Hospital durante 24-48 horas-. Finalizado estos dos tratamientos casi todos los pacientes, en torno al 99%, están curados.
Otro de los tipos de cáncer más comunes es el cáncer de mama ¿Cuáles son los avances más importantes en la técnicas quirúrgicas para el tratamiento de esta enfermedad, que se han producido en los últimos años?, ¿Qué tasas de curación tiene este cáncer?
Es junto con el cáncer de tiroides otro tipo de cáncer en el que conseguimos altísimas tasas de curación. En este cáncer no es tanto por su comportamiento menos agresivo, como ocurría con el tiroides, sino por el diagnóstico precoz merced a las mamografías de screening que en España se realiza en las mujeres cuando cumplen los cincuenta años. Esta franja de edad será claramente menor si existieren antecedentes de cáncer de mama en familiares de primer grado –madre, hermanas o hijas-.
Hace veinte años el gran avance fue conseguir curar la enfermedad en muchos casos sin necesidad de quitar toda la glándula mamaria –una tumorectomía-. Hoy día los avances, desde mi punto de vista son dos: 1- En los casos en que todavía sea necesario quitar toda la glándula mamaria –tumores muy grandes o tumores con varios focos en la misma glándula mamaria- se hace la reconstrucción inmediata de esa mama con prótesis mamarias. Esta técnica de reconstrucción incluye “simetrizar” la otra glándula mamaria, adaptando su tamaño al de la prótesis sustitutiva de la mama extirpada, y 2- Los nuevos avances en moléculas que se están aplicando como parte de la quimioterapia, y que son esenciales para continuar con la curación de la enfermedad que previamente el cirujano comenzó. En ocasiones se invierten los papeles: en primer lugar se da la quimioterapia y a continuación se opera la mama.
En líneas generales, para aquellos tumores de mama diagnosticados en mamografías de screenning, las tasas de curación son superiores al 95%. Desgraciadamente hay todavía casos diagnosticados de forma tardía, cuando la mujer se nota un bulto, donde las tasas de curación son menores. Es por ello necesario incidir en la mamografía de screening en todas las mujeres.
¿Dr Durán, dentro de su especialidad, cuáles son cánceres más allá del cáncer de tiroides y del cáncer de mama a los que se dedica fundamentalmente? ¿Uno puede dedicarse a operar tiroides, mama y además otras enfermedades del aparato digestivo?
En esencia sí. No depende de cuán vasta sea mi especialidad –Cirugía General y del Aparato Digestivo- sino del número de pacientes que uno vea al año. Me explico: yo trabajo de forma exclusiva en el Hospital Oncológico Madrid Norte Sanchinarro. Allí el equipo en el que trabajo está integrado por ocho cirujanos. El volumen de pacientes es ingente y permite que todos alcancemos cotas de experiencia muy altas en cualquier tipo de cáncer dentro de mi especialidad: mama, tiroides, paratiroides, esófago, estómago, hígado, vías biliares, páncreas, colon y recto, ovario con carcinomatosis peritoneal, y muchas otras enfermedades no malignas del tubo digestivo pero que condicionan la calidad de vida del paciente. Sin embargo, es cierto también que dentro del equipo cada uno podamos tener inclinación a operar de forma singular casos más complejos, dentro de cada una de los órganos antes mencionados. Como verá el trabajo en equipo es fundamental y no quisiera exagerar cuando lo digo, pero hoy por hoy somos un grupo de referencia nacional e internacional en el tratamiento de las patologías tumorales del aparato digestivo.
¿Cuál es el avance que más resaltaría de su especialidad en los últimos años?
La pregunta es compleja porque en los últimos años asistimos a múltiples avances. Mencionaré dos en los que somos pioneros en mi Hospital: 1- la cirugía robótica Da Vinci, y 2- la perfusión aislada de dosis altísimas de quimioterapia en el hígado (tumores primarios y metastásicos) y en las extremidades (brazos y piernas, sobre todo en melanoma) cuando albergan tanta carga de enfermedad tumoral que no puede ser aliviada con la cirugía convencional...pero entrar en detalles daría cuerpo a otra entrevista que gustosamente atendería cuando ustedes lo dispusieran. Creo, sin temor a equivocarme, que ofrecemos la mayor cartera de Servicios, aplicando todos los avances conocidos, en la lucha contra el cáncer de este país.