Silvia Santana preguntó sobre
Cardiología
Existen numerosas enfermedades que suponen consecuencias médicas del estrés, esto es debido a que el organismo se ve obligado a realizar cambios fisiológicos para adaptarse al cambio de ritmo y cuando la situación de estrés se mantiene en el tiempo hay zonas físicas que sufren cambios importantes. Uno de esos cambios físicos importantes es que el cuerpo se vuelve vulnerable ante la enfermedad cardiovascular.
Un trabajo publicado hace unos días en la revista científica Neurology confirma esta línea aunque no se hayan constatado una relación directa determinante por no haber tenido en cuenta en la investigación la medición de los datos en más de un punto temporal y no tener en cuenta factores físicos previos como la tensión alta.
En la investigación se producía una división en cuatro grupos de las personas participantes en función del grado de control que pudieran tener en el puesto y de las demandas psicológicas del mismo. Por ejemplo se determinaba empleos pasivos aquellos como conserjes o trabajadores manuales y empleos de alto estrés el sector servicios o la sanidad. El resultado posterior sí concluye que que los empleos de alto estrés generaba en los trabajadores una probabilidad un 22% mayor de sufrir un accidente cerebrovascular reconociendo un aumento más en las mujeres en los ACV isquémicos.
¿Cuál es esa respuesta cardiovascular al estrés?
En nuestro cuerpo aumentan la frecuencia cardiaca lo que requiere mayor demanda miocárdica de oxígeno, aumenta la tensión arterial y el tono vascular, crece el número y la agregación plaquetaria, respuesta antiinflamatoria alta, dispersión del intervalo QT, aumentan los ácidos grasos libres, los triglicéridos y el colesterol total, disminuyendo el colesterol bueno y la eficacia insulínica.
No se trata de tener miedo ante el estrés, pero sí de aprender a combatir a todos aquellos procesos que puedan suponer un riesgo para nuestra salud.
21 de octubre de 2015 Comentar