Ir al dentista siempre ha sido una pesadilla, pero cuando se trata de pasar por la clínica de Beatriz, esa pesadilla se convierte en un placer. LLegas apesadumbrado y vuelves a casa sonriente y feliz.. Beatriz es de una inteligencia extraordinaria y de una amabilidad sin límites. Gracias, Beatriz. Alejandro.