La circulación linfática es un sistema de circulación paralelo al venoso. Tiene una función importante para el sistema inmunológico pues depura y combate agentes patógenos así como neutraliza sus daños. Además transporta sustancias de deshecho. Cuando el sistema linfático no es capaz de depurar, provoca un estancamiento que se conoce como edema o retención de líquidos. Por tanto, el drenaje linfático es una forma de masaje realizado con movimientos lentos, rítmicos, armónicos y en una dirección determinada favoreciendo así el movimiento de la linfa y su circulación. Está indicado durante el embarazo, para varices, celulitis, piernas cansadas o hinchazón, hematomas, etc. El tratamiento se puede completar con presoterapia, vendajes multicapas, ejercicios y profilaxis para el edema.