"Nuestra aportación se basa en llevar a cabo una investigación constante en las más modernas y sofisticadas técnicas de reproducción asistida. Por eso, eliminamos todo gasto superfluo para priorizar la inversión en el desarrollo de avances y tecnologías que sirvan para incrementar la natalidad."
Enriqueta Garijo López es Ginecóloga, especializada en reproducción asistida. Es socia fundadora de Clínica EasyFIV, centro especializado en medicina reproductiva, con más de 20 años de experiencia al servicios de sus pacientes, realizando los mejores tratamientos de fertilidad, con la tecnología más novedosa, a un precio justo.
En primer lugar, muy agradecida al jurado de este reputado premio, por haber tenido en consideración el trabajo que hacemos en nuestras clínicas de fertilidad. Supone un gran orgullo haber recibido este galardón y quiero compartirlo con todo mi equipo, que tiene tanto mérito como yo en la consecución de resultados y objetivos que han llamado la atención de quienes entregan estos premios.
Creo también que este reconocimiento en los premios ATUSALUD puede contribuir a visibilizar el problema de la infertilidad en nuestro país, poniendo el foco en nuestro ámbito de trabajo y dando la importancia que se merece a las clínicas de reproducción asistida.
Nuestra aportación se basa en llevar a cabo una investigación constante en las más modernas y sofisticadas técnicas de reproducción asistida. Por eso, eliminamos todo gasto superfluo para priorizar la inversión en el desarrollo de avances y tecnologías que sirvan para incrementar la natalidad.
Sabemos que para muchas mujeres y familias la fecundación in vitro y otros tratamientos de fertilidad son poco asequibles, y por eso hacemos todo lo que está en nuestra mano para rebajar los precios de FIV, democratizando así el acceso a la reproducción asistida.
En resumidas cuentas, abaratamos los precios en FIV para que el mayor número de mujeres posible puedan cumplir su sueño de tener un hijo, sin reducir en ningún caso la calidad del tratamiento.
En EasyFIV tenemos muy claro que tener hijos no es un privilegio, sino un derecho. Este lema es, sin duda, el que marca el día a día de nuestro trabajo. Y, en este sentido, nos sentimos orgullosos de contribuir al nacimiento de más niños junto a nuestras pacientes, que son las verdaderas protagonistas. Dicho esto, creemos firmemente en la igualdad a la hora de acceder a la maternidad y
la paternidad. Por eso, somos respetuosos con todo tipo de parejas y elecciones sentimentales o
sexuales.
Todas las mujeres merecen, si lo desean, llegar a ser madres. Así que las puertas de
nuestras clínicas están permanentemente abiertas a parejas heterosexuales y homosexuales, a las
madres solteras, etc. Y sobre todo, nos centramos en echar una mano a las mujeres con problemas
de fertilidad o en edad avanzada, que tratan de tener descendencia a pesar de las complicaciones.
Aunque nuestro trabajo consiste, precisamente, en superar los obstáculos que se interponen en los
deseos de maternidad, no podemos negar que los efectos de la pandemia, en este aspecto, han sido
negativos.
Las restricciones de la movilidad vinculadas al estado de alarma nos obligaron a cerrar durante varias semanas nuestras clínicas de fertilidad, lo cual implicó poner en pausa todos los tratamientos de fertilidad de nuestras pacientes. Mientras se decretan las cuarentenas colectivas o individuales, el reloj biológico de quienes recurren a los métodos de reproducción asistida no se detiene. Y el tiempo, en estos procesos, juega en contra. Además, un contexto como el del encierro obligatorio en casa puede producir cuadros tendentes a la depresión. Y no hemos de olvidar que el factor psicológico juega un papel fundamental cuando se trata de lograr unas condiciones óptimas para el embarazo.
No obstante, esta situación ha supuesto también una oportunidad a la hora de trabajar más duro para ofrecer a nuestras pacientes los servicios que esperan de nuestras clínicas.
Nuestra idea, desde el primer momento, ha sido la de minimizar el impacto negativo que la COVID19 ha podido representar para el objetivo de ser madres que buscan nuestras pacientes. En este sentido y después de haber tenido que cerrar a lo largo de varios meses, hemos redoblado nuestros esfuerzos para abrir con todas las garantías de seguridad en nuestras instalaciones.
De hecho, en los peores momentos de la pandemia seguíamos dando parte de nuestros servicios a distancia. Nos encargamos de hacer seguimiento, en la medida de lo posible, de las evoluciones de todos y cada uno de los tratamientos en los que estábamos involucrados antes de cerrar. Incluso hemos aportado al sistema sanitario nacional las pruebas de coronavirus realizadas a nuestras pacientes con la intención de que, entre todos, podamos afinar en el control de la enfermedad.
Durante el confinamiento también decidimos recurrir a las citas telemáticas con nuestros trabajadores y pacientes y, en cierto modo, estas han llegado para quedarse. Ahora las incluimos como nuevas facilidades de contacto e información más para quienes confían en nosotros. Nos hemos ocupado de reforzar los protocolos de seguridad para que las medidas de distancia social se mantengan en nuestros espacios. Hemos llevado a cabo las labores oportunas de desinfección y esterilización para ser un espacio 100 % seguro frente a la COVID-19. Un lugar en el que queremos seguir mejorando nuestras tasas de éxito a la hora de formar nuevas familias.