La doctora Janet Abanto Álvarez es licenciada en medicina por la Universidad de San Martín de Porres (2005) y realizó su servicio rural en emergencias médicas en Perú. Se especializó en obstetricia y ginecología vía MIR en el Hospital Universitario Son Espases en Palma de Mallorca (2007-2011) y trabajó 8 años en HM Hospitales de Madrid en la Unidad de Patología Cervical, con enfoque en lesiones asociadas al HPV. Participa activamente en cursos sobre ginecología regenerativa, patología cervical y obstetricia. Domina español, inglés y portugués, y desde 2019 forma parte del Centro Clínico Betanzos 60 de Madrid.
La vulvovaginitis es la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel vulvar.
La candidiasis vulvovaginal (VVC) es una enfermedad inflamatoria de la vagina producida por diferentes especies de hongos, fundamentalmente de Candida spp., secundaria generalmente a condiciones fisiológicas alteradas, que favorecen una disminución de la inmunidad local.
La vulvovaginitis candidiásica (VVC) es la más prevalente en Europa y la segunda en USA, solo superada por la vaginosis bacteriana.
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La VVC puede clasificarse cómo:
Los cambios en la microbiota vaginal favorecen la proliferación de la cándida, generando así los síntomas y signos característicos:
En la VVC existen factores desencadenantes bien conocidos, que son:
Estas circunstancias pueden favorecer la multiplicación de los hongos que hasta entonces eran asintomáticos o la colonización de novo de la vulva y la vagina.
Es importante realizar una buena historia clínica para un correcto diagnóstico, ya que la presencia de cualquier factor desencadenante (por ejemplo la toma previa de antibióticos de amplio espectro), la presencia de factores de riesgo diabetes, embarazo), y la presencia de episodios previos de VVC, orientan a un mejor diagnóstico.
Las manifestaciones clínicas: picor, flujo blanco y espeso e irritación genital, son muy sugestivos.
También existen pruebas complementarias como:
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, por lo que se debe tratar a todas las mujeres sintomáticas.
- Tratamiento tópico: Para VVC no complicada con derivados imidazólicos, poliénicos o piridinona de corta duración.
- Tratamiento oral: Para infecciones recurrentes o persistentes.
- Lactobacillus: Es una alternativa segura en la prevención de recurrencias o recidivas.
- Laser vaginal: