Nada, es un impresentable, poco profesional y sin empatía ninguna, jubilese y deje trabajar a gente con respeto.
Fue un impresentable. Acababa se dar a luz con un desgarro tipo III, muchos puntos, un dolor terrible. Entró en la habitación a darme el alta y sin decirme absolutamente nada, me metió la mano en la vagina. Yo no pude ni decir palabra, solo lloré. Me han dicho en la Arrixaca que una reclamación no sirve de nada con estos doctores del pleistoceno que se creen dioses. Tuvimos que perseguirlo por el pasillo (mi madre obviamente) para hacerle una pregunta porque se dio media vuelta sin decir adió
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Su falta de profesionalidad hace que el maltrato dure poco
Todo. No se presentó al entrar y por tanto es imposible saber a qué viene. No te dice lo que va a hacer. Sólo te dice que te acuestes y te quites las bragas. Intuyes que algo va a revisar pero nada te hace pensar que te tocará de forma brusca donde no te atreves a tocarte ni tú misma habiendo recién parido. Se marcha con algún comentario simplón, consejo anticuado o directamente nada. Experiencia asquerosa.
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Mal profesional. Ni siquiera en un caso delicado fue capaz de hacer un reconocimiento ginecológico en urgencias. Solo se limitó a volver a escribir lo q otro ginecológico ya habia escrito en el informe médico.
Nos mandó a casa sin más y luego tuvimos complicaciones.
No solo todo esto como profesional sino q el trato fue pésimo y mal educado a nivel personal.
La psicología terapéutico se la saltó en la facultad.
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