"Gynelase, es un láser de CO2 que permite recuperar la mucosa vaginal tras el parto. Produce una contracción y un retensado del tejido, así como la estimulación de la producción de colágeno mejorando así la hidratación y el fenómeno de laxitud"
María Eugenia Rivera Martínez es médico estético y Licenciada en Medicina Física y Rehabilitación, cuenta con un máster en estética, realizado en la Universidad de Alcaláde Henares. Ofrece consulta en el Centro Clínico Betanzos 60.
Desde que soy estudiante de medicina, me pareció fascinante todo lo concerniente a los cambios fiosiológicos que realiza el organismo para dar a luz a un individuo. Poder experimentar cómo es el progreso de cada una de la fases del parto, de primera mano, durante mi formación como médico (tuve que cumplir un record de partos atendidos por encima de 50, ya que en Venezuela, mi país de origen, te lo exigen para titularte) me permitió entender y comprender cómo es todo el proceso.
Pero fue al llegar a España y estudiar médicina física y rehabilitación, cuando entendí que ese momento que toda mujer recuerda como único, lamentablemente para otras es el inicio de patologías y trastornos que pueden acompañarle el resto de sus vidas si no consultan a tiempo.
Al ser una persona muy curiosa y que le apasiona su profesión, me preocupé en formarme, encontrando una caja de pandora en las patologías del suelo pélvico, que cuando la abres te das cuenta de otras tantas patologías, asociadas y no asociadas al parto.
Hay algunas situaciones que se consideran como normales, como puede ser el estreñimiento o el deseo aumentado de prinar, que ni siquiera se consideran como una patología, es por ello que me impulse a seguir formándome.
Hay muchas cosas que hemos dado como válidas y resultan que a largo plazo pueden crear trastornos invalidantes que, detectados a tiempo, con valoración médica y un tratamiento especifico, se pueden evitar daños peores.
Además me gusta trabajar en equipo y en esta área se involucran otras especilidades como, ginecología, urología, coloproctología, digestivo y personal sanitario como matronas y fisioterapeutas, que si trabajamos todos en conjunto, podemos dar un diagnóstico certero y conseguir resultados óptimos para las personas que nos consultan.
Durante el embarazo, se producen una serie de cambios fisiológicos que preparan al canal del parto y la vagina, para la expulsión del feto durante el parto. Estos, añadidos a los cambios mecánicos producidos tras el paso del bebé por el canal del parto, traen como consecuencia, cambios de laxitud y disminución de la lubricación vaginal propia, que pueden tardar en recuperarse hasta en 6 meses depués del parto o incluso hasta suspender la lactancia materna.
En Clínica Betanzos, podemos dar tratamiento específico para cada caso y en el momento que se debe tratar, porque como te comentaba anteriormente hay que permitir que los propios tejidos se recuperen, y si tras pasar el tiempo estimado no ha mejorado podemos ofrecer tratamiento enfocados en recuperar el componente que esté afectado, ya sea la faja muscular, con ejercicios para activación progresiva, o tratamiento manual en aquellos casos donde exista hipersensibilidad. También asesoramos para la recuperación de la mucosa con tratamiento tópico o con Gynelase.
Tras los tratamientos específicos de rehabilitación, contamos con una aliado para obtener una recuperación lo más óptima posible, combinandolo con la terapia de láser vaginal.
En el centro contamos con Gynelase, es un láser de CO2, que a través del aumento de la temperatura de manera fraccionada y controlada con diferentes grados de penetración, produce una contracción y un retensado del tejido, así como la estimulación de la producción de colágeno mejorando así la hidratación y el fenómeno de laxitud.
Sí, en aquellos casos que tras la recuperación fisiológica, y posterior a realizar un tratamiento para recuperar la activación muscular de la zona, se mantienen pérdidas de orina leve, se puede valorar este tipo de tratamiento.
En muchas ocasiones el síndrome de de laxitud vaginal puede ocasionar que persistan esas leves pérdidas, a pesar de tener una recuperación completa del componente muscular.
Es un tratamiento ambulatorio, mínimamente invasivo, de corta duración, con mínimas molestias, con anestesia tópica, que no requiere reposo físico tras su realización.
Si bien es cierto se debe mantener reposo sexual durante una semana.
Las contraindicaciones son mínimas, pero sí que hay que evitar este tratamiento durante el embarazo. Durante la lactancia tampoco se recomienda su realización.
En pacientes con procesos de infecciones vaginales activos, o alteraciones de la coagulación o en la producción del colágeno, no es un tratamiento que se pueda proponer.
Pero lo más importante es que la indicación del tratamiento sea posterior a una valoración médica especializada.