Lo bueno es que casi nunca está en consulta, así que casi nunca te atiende. Eso que ganas.
La mayoría del tiempo llega tarde a consulta, y eso cuando va, porque casi nunca está.
Parece que le molesta que le hagas preguntas sobre tu salud. Tuve que cambiar de médico porque, ademas, nunca me decía lo que me pasaba, excusándose en que es más fácil saber lo que no te pasa que lo que sí te pasa. De risa.
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