Opiniones sobre Paloma Marta Barrero Perez - Pediatra

Trato nefasto. No ha querido ver a mi hijo ppr no ser su pediatra habitual. Le he puesto una hoja de reclamaciones, no solo por no atenderle, si no por mentirme y darse la vuelta dejándome con la palabra en la boca. Si yrabajase en el sector privado, no actuaría así con los pacientes. Horrible. No la recomendaría jamás.

La peor pediatra que me he echado a la cara. Se ha negado a atender a mi hijo de 4 meses de urgencias que lleva varios días sin comer y con la sospecha de que tiene placas en la garganta.

la mejor

nada

Paloma es una gran profesional, mis cuatro hijos están encantados con ella. Siempre que ha observado algo anormal durante el diagnóstico nos ha derivado rápidamente al hospital para solucionarlo rápidamente. A mi hija le detectó un soplo cardíaco que la anterior pediatra no había ni siquiera escuchado. No falla en el diagnóstico. Siempre que sospecha algo suele tener razón con todo lo que nos indica. Y además se preocupa muchísimo de la alimentación sana y ecológica de mis hijos.

Nosotros a día de hoy estamos muy contentos con Paloma. Es cierto que al principio parecía un poco tímida, pero a nuestro hijo le encanta ir a verla, ella es muy cariñosa con él y en en plan médico es una profesional muy implicada, preocupada por sus pacientes y acertada en sus diagnósticos.

Sa-ni-dad pú-bli-ca

Me parece buena pediatra, es cariñosa con mis hijos, les entiende y suele acertar en lo que tienen. Les dedica tiempo y no suele tener mucha lista de espera.

Habla mucho con los niños pero parece un poco timida con los padres.

Solo lanzar una pregunta: ¿Confiarian en una pediatra que es capaz de privar a sus propios hijos de ver a su padre?

No es justa esa opinión, a mí me parece una doctora muy maja que se implica en su trabajo. Me da la sensación de que es tímida y por eso no cuenta muchas cosas pero la veo buena pediatra

Lamento que haya médicos como esta persona y más que se les permitan trabajar con niños. Cuando habla, solo se dirije a las madres, como si los padres no formáramos parte de la familia. Es impuntual y pierde la paciencia con frecuencia.