Doctor Victor Hevia del Rio

Yo lo recuerdo con mucho cariño. De pequeño me curó afecciones que ningún otro pediatra me había solucionado. Y lo pasaba genial en su sala de espera llena de juguetes. Su recepcionista me parecía muy guapa. Y cuando años después fui padre, lleve a mi hija bebé a que la revisara porque sabía que si tenía algo malo lo iba a saber aunque por suerte mi hija está genial de salud. Sólo tengo agradecimientos para él.

Ya que me tengo que identificar, soy su nieto de 12 años.Debido a que me he encontrado mensajes negativos, solo quiero explicarle a esa gente que le puso esos mensajes .que mi abuelo no era un maleducado ni mucho menos.Nunca en mi vida he conocido ni conoceré a una persona tan educada y cariñosa en mi vida.De hecho, en sus últimos momentos de su vida siempre mantuvo la esperanza y el respeto que siempre tuvo.Gracias por su atención.

Siempre atiende amis hijos cada vez ke lo llevo

Mayor simpatia i puntualidad

Su atención al paciente y el acierto en el diagnóstico y el tratamiento

Nada

Tranquilo y paciente con los niños

A mi me encanta este médico , siempre fue muy educado y correcto con todas las preguntas que le hacía y muy atento con mi hija. Nada malo que decir de él , al contrario siempre da en el clavo.

atiende puntualmente

Es un maleducado,no contesta las preguntas directas de los padres, dando a entender que son unos histéricos primerizos constantemente. No aclara ningún tipo de duda, atiende con desgana y ánimo de terminar, intentando remitirte a la enfermera lo antes posible, que menos mal es una profesional al menos educada y comprensiva. Posiblemente cambiemos de centro médico por culpa de este prepotente de vuelta de todo que no es más que un tipo lamentable del que sólo se espera que se jubile.

Para dos horas que consulta en el centro de salud de Corujo, suele llegar media hora tarde. No satisfecho con llegar tarde de manera sistemática, se ausenta además para ir a la cafetería. Evidentemente, no tiene otra opción que atender a los niños a velocidad de rayo. Ni siquiera suele ponerse la bata porque no le compensa. Pero lo peor son su desgana y sus malas formas.