"Es frecuente que el contagio del papiloma se produzca en duchas públicas, piscinas, gimnasios, vestuarios… donde suele haber humedad y suelos constantemente mojados. Tambien influye la hipersudoración de los pies, la falta de transpiración del calzado y los calcetines húmedos."
Gabriel Dávila Sánchez es podólogo titulado por la Universidad Europea de Madrid. Cuenta además con la Diplomatura en Enfermería, realizada en la Universidad Alfonso X El Sabio. En su formación también destaca la realización de un Máster Universitario en biomecánica y Cirugía podológica avanzada en la Universidad Europea de Madrid. Actualmente es Director del área de Podología en Premium Madrid.
Premium Madrid es un centro dedicado a la rehabilitación, que cuenta con un equipo de profesionales de la podología y fisioterapia, entre otros, que ofrecen a los pacientes los mejores tratamientos para lograr su recuperación tras las lesiones, así como las técnicas de prevención necesarias para evitarlas. El trato es siempre personalizado y profesional, buscando el bienestar del paciente.
¿Por qué decidiste dedicarte a la podología?
En mi caso, antes de estudiar podología, estudié enfermería. Tras acabarla, decidí casi inmediatamente continuar estudiando podología. En primera instancia lo hice con la idea de completar mi formación y tener un “extra” laboral, pero cuando empecé a adentrarme en el mundo de la podología, me di cuenta de que era lo que de verdad me llenaba profesionalmente. Y hasta hoy que me dedico de lleno tanto a la docencia universitaria, como a la práctica clínica podológica.
¿Cuáles son los problemas más comunes que presentan tus pacientes?
En general, veo de todo en consulta. Quizá lo más habitual son las afecciones dermatológicas y de uñas, como por ejemplo hiperqueratosis, uñas encarnadas, helomas, durezas, papilomas… la mayor parte de ellas debidas a falta de prevención e incluso al desconocimiento.
El papiloma o verruga plantar es una lesión dérmica que aparece frecuentemente ¿Por qué se produce?
Efectivamente es una lesión dérmica, de tipo vírica, cuya causa es el virus del papiloma humano. Se produce principalmente por el contacto del virus con la piel, a través de los poros o por pequeñas heridas. Es frecuente que el contagio se produzca en duchas públicas, piscinas, gimnasios, vestuarios… donde suele haber humedad y suelos constantemente mojados. Tambien influye la hipersudoración de los pies, la falta de transpiración del calzado y los calcetines húmedos.
¿Cómo se trata el papiloma plantar?
El papiloma es una lesión que suele tener un aspecto redondeado, a veces abultado y relativamente regular. Normalmente se caracteriza por tener pequeños puntos negros (papilas). Es muy común el dolor a la presión y sobre todo el dolor al pellizco de la lesión.
Existen infinidad de tratamientos para solucionar esta lesión dérmica. En nuestro caso, utilizamos como tratamiento de primera elección un agente queratolítico llamado ácido nítrico.
El ácido nítrico provocará una quemadura a nivel de las primeras capas de la piel, indolora o levemente molesta en las horas posteriores a su aplicación.
La aplicación se realiza por sesiones, que tiene lugar una vez a la semana. La resolución normal del papiloma suele extenderse a una media de entre 3-5 sesiones habitualmente dependiendo del paciente.
¿Pueden aparecer complicaciones en el tratamiento?
El tratamiento con ácido nítrico, realizándose con responsabilidad, consta de muy pocas complicaciones.
En algunos casos puede aparecer una leve ulceración de la lesión, y en este caso se pararía el tratamiento hasta la cicatrización).
Las reacciones alérgicas en consulta, son muy infrecuentes, pero también pueden ocurrir. Si sucediera, nos llevará a suspender el tratamiento y comenzar otro alternativo.
¿Es posible evitar la aparición del papiloma plantar?
No hay nada que garantice que no va a existir contacto, pero por supuesto realizar una correcta prevención disminuye sustancialmente las posibilidades de que ocurra.
Yo recomiendo siempre utilizar chanclas o escarpines en duchas o baños públicos. También cuando se va a la playa o a hacer algún deporte acuático.
Además, también es importante secarse bien los pies después de la ducha, mantener una correcta higiene del calzado y, si se tiene tendencia a sudar en exceso, realizar varios cambios de calcetines al día.