La disfemia también conocida por tartamudez provoca una repetición o un bloqueo del discurso. Puede ser de tres tipos, la disfemia clónica, cuando se repite el discurso, la disfemia tónica, cuando se interrumpe el habla y la disfemia mixta, mezcla de las anteriores. Fruto de estos bloqueos la persona con problema de disfemia tiende a evitar aquellos sonidos más dificultosos, dando lugar a rodeos en el habla, que también se pueden acompañar de tics nerviosos, sudor, palidez, etc, y de timidez.
En niños menores de cinco años, es normal la tartamudez, pero no el nerviosismo o los tics al hablar. Por ello, se recomienda acudir al logopeda si se percibe cualquier anomalía.
Los tratamientos de la disfemia, tratan de eliminar los síntomas de la misma, es decir, el bloqueo, la repetición, los tics, la rigidez corporal, etc. Algo que se aconseja ante una persona o un niño con problemas de disfemia es dar tiempo para que se exprese, pero no intentar responder en su lugar.