La fimosis se produce cuando el prepucio o piel que cubre la punta del pene no se retrae hacia abajo, debido a su estrechez, impidiendo que el glande se descubra por completo. El 90% de los casos se estima que se han resuelto a los tres años.
La fimosis conlleva algunos problemas derivados, como son el dolor al orinar, problemas para una correcta higiene, que pueden derivar en infección de orina, balanitis o infección de la piel en la punta del pene, parafimosis, que provoca inflamación del glande y debe ser tratada de inmediato, para que no se produzca necrosis del glande, coito doloroso, etc.
El tratamiento de la fimosis consiste en una operación local denominada circuncisión, que realizará un urólogo experimentado, con anestesia local, y sin necesidad de ingreso hospitalario. El postoperatorio consistirá en curas en la consulta. Antes de recurrir a la circuncisión se tratará de corregir mediante el uso de corticoides tópicos, que el pediatra indicará en cada caso.