El láser prostático, es uno de los más importantes avances, realizados en los últimos años, para tratar una de las patologías de la próstata, en concreto la Hiperplasia Benigna de Próstata, que se caracteriza porque la próstata crece de forma anormal, sin ser cancerosa y que padecen fundamentalmente varones que superan los 55-60 años.
Lo que hace el láser prostático es una vaporización del tejido de la próstata, eliminándolo, sin que haya sangrado, siendo esta una de las grandes diferencias respecto de la cirugía convencional.
En cuanto a las tecnologías existentes, son dos:
También se está introduciendo el láser rojo, mediante un sistema de diodo, más indicado para glándulas más pequeñas.
La tecnología está en continua evolución para tratar los problemas de la próstata. Utilizando cualquiera de las técnicas referidas anteriormente el paciente es dado de alta, sin secuelas, sin casi sangrado, antes de 24 horas. La cateterización vesical o sonda, sólo permanece colocada unas horas y se puede tratar a pacientes de alto riesgo, que antes no podían ser intervenidos.