La pericarditis es la inflamación de la membrana que recubre el corazón y que lo acompaña en el momento de latir. El pericardio cubre el músculo cardíaco, y su inflamación causa esta enfermedad, que suele ser benigna pero que requiere un reposo prolongado a quien la padece.
Los especialistas en cardiología estiman que entre un 80% y un 90% de las causas de la pericarditis son víricas, aunque no se puede especificar qué tipo de virus la causa y solo en un porcentaje pequeño se deben a causas específicas como una infección bacteriana, patologías autoinmunes o tuberculosis.
Sus síntomas suelen ser dolor en el pecho que se asemeja a pinchazos durante el día, al tumbarse o respirar, o una leve febrícula o fiebre. En el diagnóstico diferencial se debe distinguir este dolor del de la angina de pecho, que suele ser más de tipo opresivo y que no suele agudizarse con cambios de postura o con la respiración. Es importante que ante cualquier síntoma de este tipo se acuda a un especialista para que pueda diagnosticarlo y ofrecer un tratamiento cuanto antes que mejore la calidad de vida del paciente e identifique la causa.