La termoterapia es uno de los tratamientos utilizados por los fisioterapeutas, que se caracteriza por utilizar los efectos del calor para tratar lesiones, dolencias y patologías. El calor, para que se considere termoterapia, se puede aplicar por conducción, radiación o convección, de forma profunda o superficial. Entre sus beneficios más inmediatos está que permite aliviar el dolor, siendo eficaz en dolencias reumáticas y traumatológicas.
Los efectos beneficiosos del aumento de temperatura en el organismo, de manera controlada, son:
La termoterapia está indicada en las siguientes dolencias:
Esta terapia está contraindicada en cardiopatías, neoplasias, zonas con tumores, glaucoma, tensión arterial alterada, anticoagulados, zonas inflamadas, calientes, rojas o hinchadas, etc.
El calor se puede aplicar de diferentes formas:
A través de sólidos, como por ejemplo sacos que se calientan en microondas, mantas eléctricas, etc. que hay que aplicar colocando una toalla, con finalidad protectora. Se pueden utilizar en casa.
Radiación: Microondas, lámparas de infrarrojos, etc. Se aplicaría en consulta.
Semilíquidos: Lodos, parafina, fangos, que se adaptan a la zona de aplicación.
Vapor de agua, a través de la sauna
Aire seco, mediante un secador.