marta

lo único la puntualidad, pero teniendo en cuenta que le dedica a sus pacientes lo menos posible, no me sorprende que sea puntual.

Nos atendió en la clínica la Maestranza. Fuimos con mi hijo de 3 años, con las pupilas dilatadas, le miró en unos 2 minutos, en otros 2 minutos escribió un informe y prácticamente nos echó de la consulta. Cero empatía y humanidad cuando NO explica a un padre por qué su hijo tan pequeño necesita gafas, cuánto tiempo las tiene que llevar, cómo es la adaptación, cuántas diptrías tiene, qué significa... vamos, lo básico. Nos lo tuvo que explicar la óptica cuando fuimos a comprar las gafas.