Nada.
Absolutamente todo. El ginecólogo más frío, poco empático, desagradable… Con el que he tratado. No me ha dado ni una explicación, ni siquiera me ha mirado a la cara durante la consulta. Ha sido tremendamente desagradable, me ha hecho muchísimo daño, no se ha preocupado por tranquilizarme o tener un poco de calidez humana en una situación que no es agradable para la paciente… He salido de allí llorando y fatal por su mal trato.