Belenchu

Enumerando todo lo bueno se me queda pequeño el espacio. Ha sido mi médico de familia durante muchos años y ya sabía cómo estaba nada más verme. Cercano, preocupado por sus pacientes aunque estuviera saturado, con urgencias, consultas derivadas de otros médicos... Siempre te trataba con respeto y cariño, te explicaba todo, se preocupaba por lo que te pasaba y, en definitiva, era un gran profesional. Qué pena que se haya ido o le hayan cambiado de servicio. Te echamos de menos

Las listas de espera y la puntualidad no se las reprocho a él sino al sistema de salud que no es capaz de gestionar el tiempo que necesita cada paciente.