Es un mal profesional... con ninguna empatía y un trato muy poco próximo, desinterés en el paciente y un perfil muy poco ajustado a su tarea.
No creo que tenga cualidades ni competencias propias de la profesión que ejerce y el cargo que ocupa.
Un desajuste imposible de subsanar y una lástima para las personas vulnerables que atiende en la Sanidad Pública.