Durante la infancia de mis hijos y mientras pagué dos ortodoncias, sin problema y todo buen trato.
Cuando mis hijos crecieron y tocaba tirar de seguro médico privado, el trato cambió y me cobran servicios que sin yo saberlo me los cubría la compañía médica. Al no aceptar presupuestos de ortodoncias nuevas el trato por parte de Inés en especial se vuelve áspero e incómodo. Al consultar otros profesionales nos encontramos con múltiples caries que ellos no vieron. Han perdido una familia entera como cliente.