Las matronas. Muy preparadas, con ganas de ayudar y ofreciendo su mejor cara.
Las administrativas de la entrada. Cero empatía, cero don de gentes, cero ganas de trabajar y actuando como si te estuviesen haciendo un favor. Se creen jueces (Dale un poco de poder a la ignorancia y se convertirá en prepotencia). Espero que cuando reciban la queja y les llamen la atención se les bajen los humos, aunque no creo que mejore su amabilidad.
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