Me salvó la vida. Después de rodar por varios médicos durante 6 años tuve la suerte de llegar a su consulta y fue el único que creyó en mis dolencias mientras el resto de los médicos que me atendían decían que yo era una paciente que solamente buscaba bajas médicas. A él le debo que me encontraran un meningioma del tamaño de una pelota de ping pong y que me dijera que mi dolencia no se debía a ataques de ansiedad sino de epilepsia. Siempre le estaré muy agradecida.
Lamento que ya no esté en el hospital de la seguridad social donde me atendió y busco su dirección y teléfono para poder volver a verle
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| Atención al paciente |  | 
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