La clínica CIMA es un auténtico caos. Soy cirujano y llevo todo el día intentando contactar con un urólogo que estaba en la consulta mañana y tarde, para hablar de una paciente que requería una valoración urgente. 12 llamadas y largas esperas no han bastado para que me consiguieran pasar con él. Ni en el hospital público más masificado he conocido nada parecido en los momentos de máximo colapso. Inédito.
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