Lander es sobre todo un gran profesional, comprometido con su trabajo y preocupado por la salud de los niños que son sus pacientes y no por agradar a los padres a costa de aquéllos -como debe ser-.
En mi caso, su diagnóstico ha sido siempre acertado y nunca abusa de la medicación cuando no es necesario.
Un médico como la copa de un pino. Abstenerse padres que creen saber más que el médico.