Su búsqueda constante de soluciones para mejorar la vida de sus pacientes, su disponibilidad y cercanía, y la simpatía que siempre desprende, merecen el agradecimiento de los que tenemos la suerte de haber recibido sus atenciones. Ella tuvo mucho que ver en que la última etapa de la vida de Salvador fuese más agradable, y eso siempre lo recordaremos.