Lo mejor que me pudo pasar fue caer en sus mágicas manos. Una eminencia como neurocirujano e inmejorable como persona. Sin menospreciar a ningún otro cirujano, si volvería a pasar por el mismo problema, esperaría todo el tiempo necesario para que me vuelva a intervenir ella y sus maravillosos compañeros del equipo de Neurocirugía del Hospital de Navarra. Muchísimas gracias Idoya.
Imposible mejorar nada.
Puntualidad | |
Atención al paciente | |
Acierto del diagnóstico | |
Acierto del tratamiento | |
Precio | |
Lista de espera |