Santiago fué mi oncólogo desde el diagnóstico de la enfermedad, hasta 2 años y medio después, en el periodo más peligroso para la recidiva o metástasis. Gracias a su ciencia, puedo educar a mi hijo pequeño, que hoy tiene 4 años. Le agradeceré toda mi vida, que haya dedicado la suya, a enfermos como yo. Jamás olvidaré a Santiago, es una pena que ya no esté en La Luz, pero ahora me trata otro gran científico, por tanto, todo está bien. Siempre recordaré su humanidad y como escuchab
Inmejorable
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Atención al paciente | |
Acierto del diagnóstico | |
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