Francisco J.

Me salvó la pierna y la vida, de un Sarcoma de Ewing. Tremendo profesional. Trabajador nato, apasionado de su trabajo, no existían festivos para él, no faltaba ni un solo día en visitar a sus pacientes en H.Virgen del Rocio. Siempre a disposición de sus pacientes, siempre encontraba un momento para verte. Un cirujano excepcional, una persona sin igual. Hoy, 20 años mas tarde puedo escribir estas palabras gracias a él Eternamente agradecido Don Manuel

Que no se pueda clonar a este gran cirujano.