Ángel Javier

Es puntual.

Se rió de mi enfermedad en dos ocasiones.

Tiene el título de medicina. Pocos pacientes (por algo será) así que atiende rápido.

Metió mal la receta, haciéndome perder la tarde para volver a que me la metiera bien, y encima me echa la bronca por quedarme dormido cuando sabe que tengo una hipersonmia que me estaba tratando. Trata con prisa y desinterés, como si fueras un número y no un ser humano. Me sorprende ver tanto comentario positivo, especialmente teniendo en cuenta lo mal que hablaba la gente de él en la sala de espera. Será eso que Dicen de que la gente cambia, yo desde luego cambio... de médico.