El maestro aparece cuando el alumno está listo...es lo que pienso al recordar a Andrés. Cuando le conocí necesitaba aprender una forma mejor de comunicarme con mi pareja y Andrés me lo enseñó, y no solo con ella, al final me vale para comunicarme con todos. También me enseñó, con mucho cariño y respeto, que mis sentimientos eran totalmente normales, que no había nada raro en ellos y me ayudó a conocer mejor a mi niño interior. Muchas gracias Andrés, un abrazo fuerte.
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