La Dra. Pinedo me atendió en urgencias de la Moraleja tras sufrir una ruptura de bolsa en la semana 20 de gestación. El trato fue nefasto, tanto desde el punto de vista médico, por su brusquedad y torpeza, como, especialmente, desde el punto de vista humano. En un tono violento y carente de toda sensibilidad me comunicó que iba a perder a mi bebé y, prácticamente gritando, me preguntó que cómo no había tenido ningún dolor. Se mostró totalmente insensible a mi reacción y mi llanto, tanto ella com