Carmen

Actitud déspota, trato desagradable tanto al paciente y a su acompañante como a su propia ayudante. Acudí a una cita de la seguridad social con mi padre, una persona dependiente de 81 años, a la que le controlo yo misma la medicación. Dicha persona no me dejó contarle la medicación de corazón que mi padre tiene, a pesar de que él con su edad ahora mismo no sabe. No me extraña que con personas así, cada vez la sanidad pública sea más decadente. Le doy una estrella, porque es imposible darle menos