María Elena

Lo único que puedo decir bueno es de la recepción del centro de salud, donde las chicas y en especial Ana López, han sido muy amables.

La doctora nos ha tratado con malas formas, delante del resto de pacientes le pone a uno el termómetro, a mi suegra el oxímetro y nos hace contarle ahí en la puerta, delante de todos, nuestra dolencia. ¿ Dónde está nuestra privacidad? Me dice que no atiende urgencias, que vayamos a un hospital y le digo que en Murcia, para dolencias menores, te ven por urgencias en el ambulatorio, a lo que me responde la doctora "pues váyase a Murcia ". Le falta humildad, humanidad y educación.