Pésimo. Fui por una depresión mayor y tras un único intento con un medicamento que no funcionó no quiso seguir tratándome ya que "no había nada que hacer en mi caso". Su total falta de recursos, interés y empatía reflejan poca profesionalidad y su abandono al paciente poca ética, aparte del peligro que supone abandonar a un paciente durante un episodio grave de depresión. Afortunadamente he visitado otro médico que sí ha mostrado interés y está siendo de gran ayuda.