Soy madre de una adolescente Ex-paciente suya. Como profesional deja mucho que desear, empatía cero y poco interés. La medicación que le recetó no iba bien y llegado el momento de cambiarla se la quitó sin sustituirla por otra, dejando pasar casi tres meses hasta la siguiente consulta, sin hacerle ningún seguimiento, y dejando a la paciente con sensación de abandono total. Las consecuencias fueron muy graves, pero por suerte encontramos otra profesional que sí se tomo en serio su trabajo.