Esther

No puedo decir nada bueno de ella. Como paciente me ha tratado muy mal, con mucha frialdad, arrogancia y despotismo. Me he sentido muy incómoda en su consulta.

El trato que recibí de ella fue frío y arrogante. No le interesaba en absoluto lo que yo le pudiera decir, le daban exactamente igual mis explicaciones.Tampoco me mandó realizar ninguna prueba aún sabiendo que era necesaria. La falta de empatia en esta neuróloga es total. Me sentí muy incómoda cuando estuve en su consulta, por el trato tan arrogante y despótico que recibí. Ahora en Gros hay otra neuróloga, una chica joven muy amable y muy profesional. Todo lo contrario que la Dra Maneiro.

Falta total de interés y de empatía respecto al paciente. Durante 20 minutos estuve yo sola esperando en la sala de espera y su consulta estaba vacía. Tuvo tiempo de sobra para leerse mi historial médico pero no lo hizo. Me di cuenta al entrar por las preguntas absurdas que me hizo que no sabía el motivo por el que yo había ido a su consulta. Me recetó un tratamiento estándar sin explicaciones y me dijo que seria para toda la vida. Así no se trata a la gente. Somos personas no animales.