A.

La silla De Gregorio Marañón, muy bien usada. La juventud y las ganas de investigar y cruzar datos, que es como se debe de hacer. La empatía necesaria para no asustarte aún siendo grave el diagnóstico. Su optimismo, la rapidez de su equipo. Yo estaba con un pie en la tumba tras muuuuchos años de “tienes ansiedad”, al ser paciente mental parece que dejas de tener derecho a ser bien observada en tu salud física. Sólo su actitud de “vamos a por ello” te ayuda. Es una grande, grande. Gracias

Mejoraría el hecho de que el resto de los profesionales sigan subidos en un pedestal, teniendo tanto que aprender de gente resolutiva y humilde como ella, mirándote a los ojos y con una sonrisa para llevar el mal trago (pero al final, tienes un trago), no un diazepam y a casa con una infección grave en todo el cuerpo. Durante más de 8 años, se dice pronto.

No es un ser humano. Es un ordenador que te hace preguntas para, inmediatamente cortarte cuando contestas. No escucha, te mete un endoscopio por la nariz mientras se supone que tienes que contestar a sus preguntas y si exiges un trato normal o alguna explicación o que mire las pruebas externas que le aportas, en el informe te pone que eres un paciente conflictivo. Esta señora vale para mover piedras, pero no para tratar con enfermos. NULA empatía, te mira por encima del hombro. Una vergüenza.

Nada

Una humillación en toda regla. Como dice alguien aquí abajo, su frase es “tengo 65 años y 40 dedicado a la neurología y te afirmo categóricamente que no tienes nada en la cabeza, es ansiedad” Dos Meses después me llega el volante para hacerme un TAC, ante la fecha propuesta decido ir al privado. SORPRESA! Tengo un adenoma hipofisiario claramente funcionante. Gente como esta mejor que se retire. Humillar al paciente con su soberbia, su falta de humanidad, tratar a la gente como a tontos. No.