Entrevista a Dr. Fernando Cabrera

"El diagnóstico no invasivo, con la posibilidad por ejemplo de obtener información milimétrica del corazón con ultrasonidos o resonancia magnética, técnicas no cruentas que logran incluso reconstrucciones anatómicas tridimensionales, señala como uno de los grandes avances en tecnología cardiaca. Sin embargo, cada día, después de 20 años de actividad profesional, creo que sin la empatía médica hacia el trabajo y los pacientes, la tecnología no es más que una fría herramienta más"

Fernando Cabrera, Doctor en Medicina y especialista en Cardiología, que forma parte de la Sociedad Española de Cardiología, basa su atención en prevenir, diagnosticar y tratar los factores determinantes de las patologías cardiacas y del riesgo cardiovascular. Participa en diferentes proyectos innovadores en el ámbito de la cardiología deportiva, de las pruebas cardiológicas o del Síndrome Marban, que nos va relatando en esta entrevista.

¿Cómo decidiste dedicarte a la medicina?

La verdad, es que no podría decir en qué momento, pero no tengo duda alguna de que era a lo que debía dedicar mi vida. Es difícil saber si hubo algo concreto que motivó mi dedicación a la medicina. Imagino que fueron muchas y no una las causas, como la fascinación por el funcionamiento del cuerpo humano, la posibilidad de mejorar la salud de personas que lo necesitan,…fueron y son muchas cosas.

¿Cuál es la mayor satisfacción que te aporta tu trabajo?

Los pacientes, sin duda. Mis logros en su salud, dentro de lo que un médico puede, son la mayor de las satisfacciones de mi trabajo (que para mi es una forma de vida)

¿Nos puedes contar algún ejemplo de logro, por ejemplo en el tema de cardiología del deporte, tan de actualidad?

Creo que no hay mayor logro que la satisfacción de ayudar a los pacientes que depositan su confianza en mi para mejorar su salud. No obstante, he de reconocer, que iniciativas trasformadas en proyectos más colectivos, como la creación en 2010 de la primera “Unidad de síndrome de Marfan y otras Aortopatías Familiares de Andalucía” y que es de gran ayuda a algunas enfermedades poco frecuentes o habitualmente denominadas "raras", la publicación de varios libros de difusión en España y Latinoamérica, como el “Tratado de Ecocardiografía”, “Electrocardiografía” o la “Guía Esencial de Ecocardiografía” editados por Médica Panamericana, o de cursos como el de “Experto Universitario en Electrocardiografía”, en un intento de llegar a mis colegas que se están formando o continúan haciéndolo, o la reciente creación del primer “Grupo de Trabajo de Cardiología Deportiva" de Andalucía, con un objetivo social que es de necesidad creciente por el aumento de actividades deportivas no profesionales y poco reguladas, son algunos de los logros que son motivación para continuar trabajando como cardiólogo con actividad asistencial, pero también científica y formadora o docente.

¿Cuáles son los tratamientos o terapias más demandados por tus pacientes?

Muy variadas, pero si el denominador común es la información profesional y la dedicación honesta hacia ellos. Es independiente de la patología que demanden.

Eres responsable de la Unidad de Prevención de Muerte Súbita del Deportista, nos podría hablar algo sobre ello

Desde hace años soy el responsable de la “Unidad de Prevención de Muerte Súbita” en el Hospital Xanit Internacional, gracias al equipo multidisciplinar del Área del Corazón. Como ya he comentado, este año, mediante la colaboración de cardiólogos y médicos especialistas en medicina del deporte, se ha creado un “Grupo de Trabajo de Cardiología Deportiva”, que presido con objeto de fomentar el desarrollo y la especificidad de la cardiología del deporte, definir sus áreas de actuación y competencias, así como determinar los conocimientos y aptitudes que deben reunir los profesionales de esta área en nuestra Comunidad. Su finalidad es en definitiva, ofrecer una asistencia de mayor calidad tanto al deportista como al paciente con cardiopatía que quiere realizar un programa de ejercicio físico o deporte en Andalucía. Como ejemplo de colaboración reciente, participé en el reconocimiento de las jugadoras de la Selección Olímpica de Baloncesto, que lograron la medalla de plata en las pasadas Olimpiadas Rio 2016 (adjunto foto)

Entre los tratamientos que ofreces en tu consulta ¿Cuál de ellos es el más complicado de realizar?

El tratamiento no es difícil. Eso está en los libros. Lo más complicado, y es el reto diario, es que los pacientes se impliquen en sus problemas de salud y, aunque su médico deba llevar "la mochila", ellos sean cómplices de su tratamiento, y cierren el circulo médico-paciente.

¿Cuál es el avance tecnológico que más ha favorecido a tu especialidad en los últimos años?

La tecnología ha sido fundamental en el avance de la medicina, más aún en la cardiología. Quizás en donde más ha destacado es en: 1) el diagnóstico no invasivo, con la posibilidad por ejemplo de obtener información milimétrica del corazón con ultrasonidos o resonancia magnética, técnicas no cruentas que logran incluso reconstrucciones anatómicas tridimensionales, y 2) en el tratamiento, logrando sin cirugía cardíaca, como la corrección de enfermedades de válvulas cardíacas (mediante implante de prótesis a través de catéteres), o dispositivos de vigilancia y mejoría del funcionamiento del corazón (como los desfibriladores implantables, marcapasos sin cable, etc.).

Sin embargo, cada día, después de 20 años de actividad profesional, creo que sin la empatía médica hacia su trabajo y sus pacientes, la tecnología no es más que una fría herramienta más.

¿Qué recomendación le darías a los pacientes que sufren de algún problema o dolencia y aun así no acuden a la consulta de un especialista?

Que busquen a su médico, y que al encontrarlo, confíen en él.

Comentario: El Dr. Cabrera antes de finalizar la entrevista nos comenta que colabora junto a veterinarios en un proyecto internacional de Conservación de Grandes Primates (http://www.projetogap.org.br/en/) desde hace años, y que le ha permitido vivir la bonita experiencia de examinar y tratar a gorilas o chimpancés.