"Desde siempre consideré que la nariz es un elemento acompañante de la imagen facial, pero no protagonista, como por ejemplo los ojos, los labios. Por eso la tengo que modificar milimétricamente, estudiarla minuciosamente para hacerla natural, proporcionada, desapercibida y estética a la vez. Para que sea un complemento a lo que debe ser bonito: la persona."
Humanista porque somos humanos y eso es mucho, todo. Cirujano plástico porque siempre me gustó la minuciosidad. Cirujano estético porque ¿qué seríamos sin la belleza?.
Profesionalmente empecé mi especialidad en tres universidades: en la Universidad de Oviedo donde el Doctor De Manuel me forma en Cirugía Plástica pura, en la Universidad de Nueva York donde el Doctor Converse me enseña la Cirugía Estética y en la Universidad de la Sorbona donde el Doctor Barroso me prepara en Psicoanálisis. Pero esto seguiría…Toda la vida.
Me gusta enseñar a quienes empiezan y decirles que he gastado todo mi patrimonio en formación, marchando allí donde aparece lo último para aprenderlo. Porque las últimas novedades, a nuestro país llegan normalmente tarde. O no llegan nunca.
Usted ha visto en mi sala de espera que no quedan paredes libres: son todos mis títulos más importantes. Hay más en la sala de curas. Y en los cajones. Esa es mi vida.
He aprendido con los profesores a los que más he admirado: Pintanguy (Rio de Janeiro), Millard (Miami), Aiach (París), Rees (Nueva York), Meyer (Lausanne), Pavelka (Viena), Gunter (Dallas), Juri (Buenos Aires)… Y muchos, muchos más. A ellos les debo mis buenos resultados.
Desde siempre consideré que la nariz es un elemento acompañante de la imagen facial, pero no protagonista, como por ejemplo los ojos, los labios. Por eso la tengo que modificar milimétricamente, estudiarla minuciosamente para hacerla natural, proporcionada, desapercibida y estética a la vez. Para que sea un complemento a lo que debe ser bonito: la persona.
Si, mucho. Siempre. Con todos los medios. Las últimas imágenes que veo cada día antes de dormir son las fotografías de mi paciente de la mañana siguiente.
Fue por una coincidencia: los laboratorios Heyer-Schutze me llamaron para trabajar sobre las válvulas de las antiguas prótesis de suero. Esto me hizo interesarme en el aumento mamario.
Hace diez años empecé en otro laboratorio la experimentación sobre prótesis verdaderamente anatómicas, es decir, pares, izquierda y derecha. Las tenemos en fase de experimentación: he puesto 600 con resultados excelentes. Es el futuro.
Me movió el corazón, un niño quien me dijo que había pedido a los Reyes Magos que se las pegaran. Esto me hizo estudiar y estudiar todas las técnicas. Y entregarme a ello. Me comprende ¿verdad?.
Si. Uno de mis maestros americanos me dijo que era de dedicación plena y exclusiva. Y es cierto. Por eso hace muchos años que pedí la excedencia de mi plaza de cirujano plástico en propiedad y marché de la Seguridad Social. Y a la vez la baja todas las Compañías. Para dedicarme solo y exclusivamente a mis pacientes de estética.
En uno de mis libros (La línea de tu vida) cuento algunas experiencias sobre esto. Pero el verdadero motor está en mi refugio, mi hogar. Si, vivo en una casa de cuatro pisos a 12 kilómetros de Valencia. Las cosas siempre están donde no toca. Y eso me obliga a subir, bajar. El acuagym, me encanta. Pero sobre todo hay alguien: Silvia, mi mujer, es lo mejor que tengo. Y Paula, nuestra nena... ¿Sabe? Es brillante en sus estudios de Diseño de Moda, como en mi infancia fueron también mi madre y mi abuela. Si, y por qué no, Pope, el pequeño Yorkshire que comparte nuestras vidas. Fuera de casa, adoro todo lo demás: familiares, amigos, pacientes, … Y por supuesto, este maravilloso país donde pasamos nuestras vidas.
Doctor Mira, cirujano plástico, estético, humanista. Piloto de avión. Viajero. Reservado. Amable. Le dejamos en su estudio, lleno de libros, ordenadores, cámaras. Para sus intervenciones, sus videoconferencias, sus seminarios. Y un eterno acompañante: su piano. Gracias doctor.