Terapias naturales y alternativas
Para llegar a relajarnos o meditar podemos utilizar muchas soluciones, en este texto vamos a dar unas herramientas que nos van a facilitar conseguir nuestro objetivo. La primera sería el desarrollo físico, algo muy sencillo y que nos permite liberar tensiones.
El ejercicio físico se convierte en una importante herramienta para llegar al relax y meditación. Numerosos estudios concluyen que el ejercicio moderado y progesivo genera importantes cambios en nuestro cuerpo, dando un estado de felicidad significativo, así como una ayuda para alcanzar un estado de relajación en nuestra persona.
Los individuos que realizan actividad física, ya sea de forma moderada o intensa, tiene un estado de ánimo más fuerte por lo que tienen más facilidad para gestionar las depresiones y el estrés. La actividad física es un método para todos nosotros y una buena manera de vivir que nos ayuda crecer como individuos y también un punto de fuerza de cara a nuestra motivación personal.
El ejercicio reduce los niveles de las hormonas del estrés del organismo, tales como la adrenalina y el cortisol. También ayuda la creación de endorfinas, partículas químicas del cerebro que son los analgésicos habituales del organismo y potenciadores del estado de ánimo. Las endorfinas son las fomentadoras de sentimientos de relajación y bienestar que acompañan varios entrenamientos. Incluso unido a lo anterior, el ejercicio contribuye a la mejora de nuestra personalidad, por lo que se genera una idea de autoconfianza que se une a los efectos anteriores de relajación.
Es reseñable que no es necesario ser una persona con unas importantes cualidades atléticas para poder acceder a los beneficios anteriores, así lo corrobora la Universidad de Harvard que ha denominado el término de la “musculación meditativa”.
estos ejercicios basados en el ejercicio físico son enseñadas en todos los cursos de meditación que se transminten a las personas, a través del esfuerzo alcanzamos que el individuo se relaje de una forma cómoda y sencilla. También estos métodos musculares son usadas para el desarrollo del antiestrés, es decir, con la relajación muscular nos permite eliminar parte del estrés que nos genera numerosas minusvalías.
Caminar es una manera sencilla de llegar a la relajación, solo se requiere una media hora para conseguir este maravilloso resultado. Se debe hacer por la noche, siempre a cualquier hora que nos venga bien.
El Estrés de las ideas lleva a que los músculos estén rígidos, así por ejemplo algunas expresiones de nuestra cara se hacen rígidas, podemos tener jaquecas, cuello o espalda. La boca se seca, dándonos una insaciable sed, o tal vez la sensación de un nudo en la garganta que impide el tragar. La mandíbula se puede poner dura produciendo dolor.
Muchas veces se puede somatizar algunos problemas que conlleva el estrés como por ejemplo varias dolencias físicas, como son ser calambres, dolores de cuello o respiración corta. Algunos estudios han verificado qu
04 de septiembre de 2013 Comentar
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